Ni los tipos más duros pueden resistirse al cheesecake unicornio

Actualmente, es muy difícil escapar de la "tendencia unicornio". Por dondequiera que mires, esas sonrientes criaturas mágicas se están abriendo paso en productos de todo tipo. ¡Así que solo era cuestión de tiempo antes de que aparecieran en la cocina también! Es hora de sacar la varita mágica y emprender un viaje a la tierra de la fantasía. ¡Vamos a hornear un cheesecake unicornio!

Vas a necesitar:

Para la base:

  • 120 g de galletas de mantequilla
  • 100 g de mantequilla derretida
  • 2 cucharadas de confeti de azúcar

Para la crema:

  • 750 g de queso crema
  • 100 g de azúcar
  • 1 cucharada de extracto de vainilla
  • 200 g de nata (crema)
  • 6 hojas de gelatina
  • 5 diferentes colorantes alimentarios

Para la decoración:

  • Brillantina comestible
  • Confeti de azúcar

Lo hacemos así:

  1. Tritura las galletas de mantequilla y mézclalas con la mantequilla y el confeti de azúcar. Pon la mezcla en un molde redondo y presiónala con una cuchara. Refrigérala hasta que se endurezca.
  2. Mezcla el queso crema, el azúcar y el extracto de vainilla. Por separado, ablanda la gelatina en el agua, calienta la crema y agrégale las hojas de gelatina ablandadas. Remueve muy bien hasta que se disuelvan. Vierte esta mezcla en la de queso crema e integra todos los ingredientes. 
  3. Reparte la crema en cinco porciones iguales. Tiñe cada porción de un color distinto. Ahora vierte las cremas sobre la base del pastel (donde tú quieras) alternando las cucharadas de colores. Para que la superficie de la crema quede lisa, golpea el molde contra la mesa unas cuantas veces.
  4.  Decora el cheesecake con brillantina comestible y confeti de azúcar.

Cuando esté listo, disfrutarás de un postre mágico. No te sorprendas si sientes que un resplandor de felicidad te recorre todo el cuerpo después de la primera rebanada. Cuenta la leyenda que si comes cierta cantidad de este delicioso cheesecake, te puedes convertir en un unicornio... ¡Yo no pondría las manos al fuego, pero es una buena excusa para comer un par de rebanadas extras!

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