Cremosa raclette con papas en un bol crujiente de jamón

Pronto las tardes volverán a ser más frescas y aumentará nuestro apetito por las comidas cálidas, abundantes y llenadoras. Y, a veces, uno no puede decidirse entre un plato con jamón crujiente u otro con queso derretido. Ambos nos parecen irresistibles, así que combinémoslos en esta ingeniosa idea que deleitará a los paladares más exigentes.

Vas a necesitar:

  • 1 bol de vidrio apto para horno
  • 3 papas
  • 5 rebanadas de jamón curado
  • 5 rebanadas de queso para raclette
  • Pimentón
  • Mezcla de hierbas aromáticas
  • Sal
  • Pepinillos
  • Perejil

Se hace así:

1. Coloca un bol de vidrio para horno boca abajo sobre la encimera y cúbrelo poco a poco con las rebanadas de jamón. Presiónalo con los dedos para que se adhiera muy bien. 

2. Mete el bol con el jamón en el horno a 130 °C durante 30 minutos. Cuando esté listo, déjalo enfriar completamente y luego retira con cuidado el jamón del bol de vidrio. ¡Ya tienes un recipiente comestible!

3. Cuando el jamón se enfríe, pon el aceite a hervir en una olla grande. Corta las papas a la mitad y luego córtalas a lo largo en trozos pequeños. Fríelos en aceite hirviendo hasta que se pongan crujientes.

4. Sazona los trozos de papas con sal, pimentón y romero al gusto. ¡Yam, yam! Es hora de rellenar el cuenco de jamón enfriado con las papas fritas.

5. Coloca las rebanadas de queso para raclette en una sartén antiadherente y profunda. Deja que el queso se derrita pero no dejes que se queme. Para evitarlo, remueve constantemente y no lo pierdas de vista.

6. Ahora vierte el queso cremoso sobre los trozos de papa. Pica los pepinillos y el perejil finamente y adorna con ellos esta aromática delicadeza.

7. ¡Es el momento de festejar! Puedes sumergir de forma alternada un trozo de papa y otro de jamón en el queso. ¿O tal vez puedes hacer las dos cosas a la vez?

Y otra buena noticia: ¡no habrá platos que lavar! ¡Buen provecho!

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