Deliciosas albóndigas con una cubierta de pasta y queso
Los pappardelle son unas cintas de pasta que provienen de la Toscana y que han permanecido a la sombra de otras variedades de pasta mucho más famosas como el espagueti, los macarrones o la lasaña. Pero ahora están ganando popularidad en muchos países y se sirven en el plato en forma de nido. Pero los pappardelle tienen muchas más posibilidades. ¿Qué tal, por ejemplo, una cubierta tejida con estas cintas de pasta para revestir una deliciosa sartén de carne molida?
Vas a necesitar:
- 500 g de pappardelle
- 200 g de queso
- Mantequilla líquida para barnizar
Para las albóndigas:
- 300 g de carne molida
- 30 g de pan duro
- 1 zanahoria
- 50 g de queso parmesano
- 1 huevo
- 100 g de puerro
- 1 cebolla morada
- Sal y pimienta
Para la salsa:
- Aceite de oliva
- 2 tomates grandes
- 1 diente de ajo
- 1 cucharadita de tomate concentrado
- Sal y pimienta
- 300 ml de caldo de verduras
- 1 cucharadita de romero
Se hace así:
1. Primero prepara la salsa. Pon un poco de aceite de oliva en una sartén y añade los dos tomates picados. Luego agrega el resto de los ingredientes y el romero finamente picado, y deja que todo hierva hasta obtener una salsa de tomate espesa.
2. Para preparar las albóndigas, ralla el pan seco y la zanahoria, y ponlos en un bol con la carne molida. Añade también la cebolla picada, el puerro y un poco de sal y pimienta, y mezcla bien todos los ingredientes.
3. Forma con tus manos pequeñas albóndigas y luego colócalas en la salsa.
4. Ralla el queso sobre la sartén hasta que el contenido quede completamente cubierto. Reserva todo para más tarde.
5. Luego cocina los pappardelle al dente y trénzalos en forma de rejilla.
6. Toma la rejilla con cuidado con ambas manos y colócala sobre la sartén con las albóndigas y el queso rallado. Asegúrate de que todo esté completamente cubierto con la pasta.
7. Corta el borde de la cubierta de la pasta con unas tijeras para que la rejilla quede al ras del borde de la sartén.
8. Luego barniza el pappardelle con la mantequilla derretida y coloca todo en el horno precalentado durante unos 15 minutos a 200 °C, con la función de grill superior activado.
Las albóndigas son siempre un regalo para el paladar. Y con la crujiente capa de pasta y queso, esta sartén de albóndigas se convierte en una exquisitez también para la vista.
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