Pastelito francés con una dulce corteza: Cannelés de Burdeos
Los pastelitos de esta receta son absolutamente fantásticos. Para prepararlos, solo necesitas un poco de paciencia. Ya verás que la espera valdrá la pena.
Después de hornearlos, los cannelés tienen una corteza muy fina, dulce y crujiente, mientras que el interior es suave y ligero. Gracias al cielo que estos postrecitos cruzaron la frontera francesa y llegaron al resto del mundo.
Vas a necesitar (para 12 porciones):
- 500 ml de leche
- 1 vaina de vainilla
- 25 g de mantequilla
- 250 g de azúcar
- 125 g de harina
- 1 huevo y 2 yemas batidas
- 50 ml de ron
- 1 cucharada de extracto de vainilla
Lo hacemos así:
- Saca las semillas de la vaina de vainilla y tritúralas hasta hacer una pasta. En una cazuela agrega la leche, la pasta de vainilla y la vaina con la mantequilla. Calienta los ingredientes hasta que la mantequilla esté derretida.
- Mezcla la harina con el azúcar. Después agrega la mezcla de leche y revuelve todo hasta que esté muy bien integrado.
- Ahora añade el huevo y las dos yemas, el ron y el extracto de vainilla. Mezcla todos los ingredientes muy bien.
- Cubre la mezcla y déjala reposar toda la noche.
- Al día siguiente, cuela la mezcla para retirar los restos de la vaina de vainilla. Después vierte el compuesto en 12 moldes de cannelés. También puedes usar una bandeja para muffins o moldes para pastelitos.
- Hornea a 180 ºC durante 60 minutos.
No esperes demasiado para comértelos, ya que, bueno, de cualquier forma no vas a poder. ¡Son irresistibles! Pero toma en cuenta que pierden su capa caramelizada después de unas ocho horas. Saben verdaderamente exquisitos recién salidos del horno.