Pastel de donas de chocolate: una receta para ocasiones muy, muy especiales
Siempre es muy difícil decirle "no" a una dona. Ya sea glaseada o cubierta de chocolate, simplemente nada puede superar este anillo mágico cuando tienes un ataque de hambre. Si te encuentras entre los fans de las donas, vas a amar esta receta. ¡Además, habrá suficientes para repetir una y otra vez!
Vas a necesitar:
Para las donas:
- 400 g de harina
- 40 g de mantequilla
- 3 yemas de huevo
- 170 g de azúcar
- 170 g de crema (nata) ácida
- 5 cucharaditas de polvo de hornear
- 1 pizca de sal
Para la crema de chocolate:
- 700 ml de crema (nata)
- 50 g de cacao en polvo
- 2 cucharaditas de café expreso en polvo
- 60 g de azúcar en polvo
- 2 cucharaditas de extracto de vainilla
Para la salsa de chocolate:
- 120 g de crema (nata)
- 100 g de chocolate negro picado
Además:
- Aceite para freír
Se hace así:
- Usa una batidora eléctrica para mezclar todos los ingredientes hasta conseguir una masa consistente. Colócala en el refrigerador una hora antes de extenderla sobre una superficie de trabajo enharinada.
- Corta las donas con la ayuda de un molde redondo para galletas. Aunque los moldes pequeños requieren de más trabajo de nuestra parte, los resultados valen la pena. Con un cono pequeño, recorta un círculo en medio de cada dona.
- Fríe las donas por ambos lados en aceite caliente.
- Bate la crema hasta que esté ligera y levemente esponjosa. Agrega el resto de los ingredientes y sigue batiendo hasta que la mezcla esté firme.
- Coloca las donas sobre un plato para tartas de manera que formen una base circular. Rellena una manga pastelera con crema de chocolate y pon un poco de crema en los huecos de las donas. Deja las donas que están en el borde del plato libres de crema. Estas donas exteriores solo deben cubrirse hasta la mitad cuando agregues la capa de crema encima. Coloca más capas de donas encima, sin olvidar la crema entre una y otra.
- Para la salsa, calienta la crema y derrite el chocolate mientras remueves. En cuanto esta salsa se haya enfriado y tenga una temperatura ambiente, viértela sobre el pastel. Decóralo con las donas que hayan sobrado y rocíale virutas de azúcar.
Wow, ¡qué belleza! Asegúrate de tomarte unos minutos para admirar tu obra maestra a base de donas antes de lanzarte al ataque. Este pastel es perfecto para una fiesta de cumpleaños o cualquier otra ocasión importante. ¡Compruébalo tú mismo!