Pastel galáctico: una deliciosa creación de chocolate con un glaseado espacial

"Hace mucho tiempo en una galaxia muy, muy lejana...". El inicio de la saga de La guerra de las galaxias se ha vuelto famoso en todo el mundo. Pero después de hacer este espectacular pastel, la galaxia estará más cerca que nunca, ya que la tendrás en la encimera de tu cocina. Es un poco laborioso, pero vale la pena intentarlo. ¡Simplemente te transportará a otro mundo!

Vas a necesitar:

Para el brownie:

  • 4 huevos
  • 150 g de azúcar en polvo
  • 170 g de mantequilla
  • 170 g de chocolate derretido
  • 140 g de harina
  • 1 cucharadita de polvo de hornear
  • 1 pizca de sal

Para el mousse:

  • 200 g de chocolate negro picado
  • 200 g de crema (nata)
  • 500 g de crema (nata)
  • 80 g de azúcar en polvo

Para el glaseado:

Para la decoración:

Manos a la obra:

  1. Primero hay que preparar el brownie. Usando una batidora eléctrica, mezcla los huevos con el azúcar en polvo. Después agrega la mantequilla y el chocolate derretido y sigue batiendo hasta alcanzar una consistencia suave. Agrega los ingredientes secos: la harina, el polvo de hornear y la sal. Después de que todo quede muy bien integrado, viértelo en un molde previamente engrasado y mételo al horno a 180 ºC durante 40 minutos, con la función de calor de arriba hacia abajo.
  2. Saca el brownie del horno y déjalo enfriar un poco. Coloca un bol de unos 20 centímetros de diámetro boca abajo sobre el brownie y recorta un círculo con un cuchillo (que no sea demasiado filoso porque puedes dañar el brownie). Esta pieza la usaremos más tarde como base del pastel.
  3. Para el mousse, pon el chocolate negro en el bol que acabas de usar y agrégale 200 g de crema caliente. Remueve un poco hasta que el chocolate se derrita y deja enfriar la mezcla a temperatura ambiente. En un bol aparte, bate el resto de la crema con el azúcar en polvo hasta que esté a punto de nieve. Viértela con cuidado en el bol del chocolate derretido y mézclala con una espátula hasta que adquiera la textura de mousse. Coloca el círculo de brownie encima y refrigera toda la pieza por 24 horas. 
  4. Al día siguiente, antes de preparar el glaseado, coloca un bol mediano boca abajo sobre una bandeja. Poco a poco, saca el pastel de su molde y colócalo sobre el bol de la bandeja con la parte plana hacia abajo. 
  5. Para el glaseado, calienta el agua en una olla y añade el azúcar y la leche condensada. Remueve con un batidor manual y deja que la mezcla hierva. Después reduce la temperatura y agrega el chocolate blanco y las hojas de gelatina ablandadas. Mezcla todo con una licuadora de mano. 
  6. Divide el glaseado en seis recipientes y coloréalos uno por uno: agrega unas cuantas gotas de rojo y azul en uno de los recipientes y remueve hasta obtener un color morado. Pinta el resto de los recipientes de un color distinto. Reserva uno de ellos sin color. Para terminar, viértelos todos en un bol grande y remueve lentamente con una cuchara para que los colores se mezclen solo un poco. 
  7. Vierte el glaseado sobre el pastel helado, ya verás cómo se pone de colores. Y para que brille y resplandezca aún más, dale un baño de brillantina comestible y estrellitas de azúcar.

Aunque te llevó un buen tiempo hacerlo, estamos seguro de que todos tus esfuerzos serán recompensados cuando veas que has creado un pastel de ciencia ficción. ¿Qué más podría verse tan fascinante y delicioso al mismo tiempo que esta multicolorida obra de arte? ¡Bienvenido a la cuarta dimensión pastelera!

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