Fruta tropical en pastel: piña con mascarpone y merengue

Las piñas no solo son bonitas a la vista: ¡también están deliciosas! Y qué bien degustarlas en una aciaga tarde de verano. Algunos la llaman "la reina de las frutas tropicales": un nombre bien merecido, ¿cierto? Motivo más que suficiente para hacer un pastel que parezca una piña y que sea totalmente comestible. Aunque esta obra de arte necesita tiempo para prepararse, merece bien la pena. ¡Y sus ricas púas hechas de crema de merengue son espectaculares!

Ingredientes (de 8 a 10 personas):

Para la base de bizcocho:

  • 190 g de mantequilla reblandecida
  • 190 g de azúcar en polvo
  • 3 huevos
  • 190 g de harina
  • 6 g de polvo de hornear
  • 50 g de ralladura de coco

Para la crema de piña y queso mascarpone:

  • 300 g de queso mascarpone
  • 115 g de azúcar en polvo
  • 1 cucharada de aroma de vainilla
  • 350 g de crema (nata)

Para la crema de merengue:

  • 300 g de azúcar
  • 70 g de agua
  • 3 claras de huevo (huevos de tamaño L)

Para los daditos de piña:

  • 1/2 piña
  • 50 g de azúcar en polvo

Además:

  • Termómetro para azúcar
  • Pistola de aire caliente

Preparación:

1. Primero hay que preparar la base del pastel. Añade mantequilla reblandecida a un bol y luego el azúcar en polvo. Mezcla ambos ingredientes hasta que la masa quede lisa y uniforme. Luego, mezcla la harina con el polvo de hornear y tamízalos. Añade los huevos uno a uno a la mezcla de mantequilla y azúcar. Por cada huevo que eches, agrega una cucharada de la harina tamizada al bol. La harina restante la añades luego poco a poco. Finalmente, agrega la ralladura de coco al bol. 

Engrasa un molde para pastel (de un diámetro de 16 cm y una altura de 8 cm) con mantequilla y pincela con harina. Echa la masa al molde y hornea a 160 °C con la circulación de aire activada durante 60 minutos. Después de hornear, saca el pastel del molde y déjalo enfriar. 

2. Prepara ahora la crema de queso mascarpone. Para ello, mezcla el mascarpone con el azúcar en polvo hasta que quede una masa lisa, cremosa y uniforme. Añade el aroma de vainilla. Bate la crema (nata) y ve añadiéndola con cuidado a la mezcla de mascarpone. Refrigera la crema de mascarpone cerca de 1 hora. 

3. A continuación, pela una piña y corta la mitad de la fruta en pequeños dados. Calienta azúcar en polvo en una sartén y déjalo caramelizar. Añade los daditos de piña y deja que se doren un poco. Aparta los daditos. Levanta y aparta la cabeza de la piña con las hojas: la necesitarás al día siguiente.

4. Corta el bizcocho enfriado con un gran cuchillo para pan en 5 rodajas horizontales. Empieza a hacer capas. Coloca la primera base de bizcocho sobre una tabla y cubre con 1/4 de la crema de mascarpone. Luego, añade 1/4 de los daditos de piña dorados sobre la crema y ve añadiendo capas de base de bizcocho, crema de mascarpone y piña. Al final, cubre con una capa de crema de mascarpone. Para conseguir un resultado perfecto, congela todo durante una noche. 

5. Puesto que el pastel tiene que dejarse congelando una noche, el paso 5 (la crema de merengue) viene al día siguiente. Calienta agua y 275 g de azúcar en una olla. Lleva la mezcla a ebullición hasta que haya alcanzado aproximadamente 100 °C. Bate las 3 claras de huevo con los 25 g restantes de azúcar hasta que quede al punto de nieve. Es importante que no esté demasiado sólida. Cuando el azúcar cocinado haya alcanzado una temperatura de 118 °C (mide regularmente con un termómetro para azúcar), agrégalo lentamente, removiéndolo constantemente, a las claras de huevo con azúcar. Ten cuidado de que las claras de huevo no cuajen. Bate todo hasta que se haya enfriado hasta llegar a los 45 °C (tarda unos 10 minutos). Llena una manga pastelera con la crema. 

6. Saca el pastel del congelador y corta los bordes con un cuchillo para pan dejándolo con la forma de una piña. Coloca la cabeza de la piña que apartaste el día anterior sobre el pastel. 

7. Forma púas con la crema de merengue de la manga pastelera sobre el pastel. Con una pistola de aire caliente, dora el merengue uniformemente. 

Antes de clavarle la cuchara, es importante que refrigeres el pastel de piña durante al menos dos horas. Esta dulce obra de arte atraerá miradas en cualquier fiesta, ¡pero además tiene un sabor celestial!

¿Te apetece más merengue? No te olvides de probar la tarta de limón y merengue de nuestro vídeo extra. 

Comentarios

Más de Nolocreo