Pastelitos de cereza y plátano: pon la guinda a tu día
¡Estos pastelitos son tan adorables que tus amigos creerán que los sacaste de la mejor pastelería de la ciudad! Te va a encantar el toque de cereza y plátano en cuando les des la primera mordida, aunque quizás te sientas un poco culpable por "destruir" esta pieza maestra. Pero no te preocupes, nadie te va a señalar con el dedo por consentirte de esta manera.
Vas a necesitar:
Para la pasta roja:
- 60 g de azúcar en polvo
- 50 g de mantequilla derretida
- 50 g de harina
- 2 claras de huevo
- Colorante alimentario rojo
Para la masa del pastel:
- 3 claras de huevo
- 40 g de azúcar
- 60 g de almendras molidas
- 40 g de azúcar en polvo
- 1 huevo
- 2 yemas de huevo
- 70 g de harina
- 20 g de mantequilla derretida
Para la mousse de cerezas:
- 120 g de puré de cerezas ácidas
- 40 g de azúcar
- 60 g de yogur
- 2½ hojas de gelatina
- 125 g de crema batida
- 40 g de cerezas
Para la mousse de plátano:
- 150 g de plátanos maduros
- 20 g de azúcar
- 125 g de yogur
- El jugo de ½ limón
- 80 g de cobertura de chocolate blanco
- 2½ hojas de gelatina
- 220 g de crema batida
Para el glaseado de cereza:
- 150 g de puré de cerezas (o jugo de cereza)
- 20 g de azúcar
- 2 hojas de gelatina roja o blanca
Y además:
- 6 aros de metal para postres (7 cm de díametro)
- Una espátula dentada.
Se hace así:
1. Revuelve el azúcar en polvo, la mantequilla, la harina y las claras de huevo. Después agrega poco a poco el color rojo sin dejar de remover. Cubre una bandeja de 45 x 33 cm con papel de hornear y cúbrelo con una capa de la mezcla roja. Alisa la superficie. Después, con la ayuda de una espátula dentada, traza unas líneas diagonales como se muestra en el vídeo. Congela durante al menos 1 hora para que las líneas no se desdibujen.
2. Ahora viene el turno del bizcocho. Para ello, mezcla las almendras molidas, azúcar en polvo, huevo, y yemas de huevo en un bol hasta que queden espumosos. Luego bate las claras de huevo (¡con una batidora limpia!) hasta punto de nieve y añádelas poco a poco. Tamiza la harina y añádela. Luego derrite un poco de mantequilla y añádela también. Mientras tanto, puedes precalentar el horno a 180 °C con la circulación de aire activada.
3. Hornea el pastel por 10 minutos. Después, retíralo del molde y dale la vuelta de manera que las líneas rojas queden boca arriba. Con cuidado, quita el papel de hornear y deja que el pastel se enfríe un poco. Corta con los aros de metal 6 círculos de pastel y luego corta 6 tiras anchas (de 5 x 20 cm). Coloca los 6 aros de metal sobre la bandeja y fórralos por dentro con papel para hornear o "cuellos" para pasteles que sean más altos que los aros. Coloca los círculos de pastel en la base de cada aro y después añade algunas cerezas. Por último cubre las paredes internas de cada pieza con las tiras de pastel. Asegúrate de que las líneas diagonales miren hacia afuera y que los extremos queden lo más juntos posible.
4. Para el puré de cerezas ácidas, tritura las cerezas ácidas, frescas o congeladas, y pasa el líquido por un colador. Reserva puré suficiente para usarlo más tarde para el glaseado. Calienta el puré restante con azúcar y disuelve la gelatina en la mezcla. Después integra el yogur y, por último, la crema (nata) batida. Vierte la mousse de cereza en los moldes con los pastelitos (más o menos a la mitad de la tira de bizcocho) y congela estas delicias por 20 minutos.
5. Corta los plátanos en trozos pequeños y tritúralos junto con el yogur, el azúcar y el jugo de limón. Pon la mezcla en una olla pequeña y calienta todo con el chocolate blanco y las hojas de gelatina previamente remojadas. Revuelve todo hasta obtener una mezcla suave. Luego vierte todo en un recipiente. Una vez que la mezcla se haya enfriado, agrega la crema (nata) batida. Añade la mousse de plátano dentro de los pastelitos, sobre la mousse de cereza. Debe rebasar un poco el borde de las tiras de pastel. Refrigera los pastelitos mientras preparas el glaseado de cereza.
6. Calienta el resto de puré de cerezas junto con el azúcar y el polvo de gelatina. Una vez que el líquido se haya enfriado a temperatura ambiente, viértelo sobre los pastelitos. Refrigéralos una vez más y deja que el glaseado cuaje. Después decóralos aplicando unas gotas de crema batida y trocitos de chocolate.
Honestamente, la preparación de estos postres individuales toma más tiempo que un pastel normal, ¡pero es indudable que el resultado es impresionante! Los coloridos pasteles de rayas se ven muy lindos y las tres capas de dentro forman una riquísima combinación. Son demasiado bonitos para comérselos, pero no dejes que esto te detenga.
Aquí tienes la receta de las tartitas de yogur de frambuesa que aparecen en el vídeo extra.