Toda una comida al horno: sorpresa de coliflor, ideal para el invierno

Da igual si son croquetas, albóndigas o tortitas de algún sustituto vegetariano: estas delicias de ternera se llevan de maravilla con verduras como la coliflor. Por esta razón nos surgió la inevitable pregunta: ¿por qué no reunimos estos dos elementos que saben tan bien en un solo plato y dejamos que sus sabores se mezclen? ¡Dicho y hecho! He aquí una idea genial para darles a todos una sorpresa de coliflor. Nadie quedará indiferente.

Vas a necesitar (para 4 personas):

  • 1 coliflor lavada
  • 700 g de ternera molida
  • 300 g de pimientos picados (rojo, verde, amarillo)
  • 10 g de perejil picado
  • 1 cebolla picada
  • 1 cucharada de mostaza
  • 100 g de cuajada (requesón o ricotta)
  • 2 huevos
  • 1 cucharadita de comino en polvo
  • 1 cucharadita de pimentón
  • 1 cucharadita de orégano
  • Sal
  • Pimienta
  • 200 g de tocino

Lo hacemos así:

Primero haz un corte en forma de cruz en la base del tallo de la coliflor.

Después cuécela "al dente" en agua salada durante 8-10 min. Luego escúrrela y déjala enfriar.

Entretanto coloca en un recipiente la ternera molida con los pimientos, las especias y los demás ingredientes (excepto el tocino).

Mezcla todo muy bien con un tenedor.

Coloca la coliflor en una fuente para hornear y cúbrela de manera uniforme con la mezcla de ternera molida.

Presiona un poco la mezcla contra la coliflor, la cual debe quedar completamente cubierta.

Ahora distribuye las lonchas de tocino por toda la superficie.

En este paso, tampoco debe quedar ningún hueco en la superficie. 

Mete todo al horno precalentado y déjalo más o menos 1 hora a 180 ºC. Si es posible, activa la circulación de aire. 

Cuando el tocino esté dorado y se vea crujiente significa que la obra está terminada. Ahora solo queda partirla como si fuera una tarta...

...y servirla bien calientito. ¡Buen provecho!

Aquí tienes el vídeo con todos los pasos:

Si gustas, puedes acompañar la sorpresa de coliflor con papas y salsa de carne. Pero esta exquisita pieza culinaria vale la pena por sí misma. Los rostros de felicidad de tus invitados serán la prueba irrefutable. 

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