Cremosa tarta de fresas sin hornear
En realidad, en algunos países ya estamos al final de la temporada de fresas, pero con un poco de suerte encontrarás algunos sabrosos ejemplares de la región. Y cuando ya no sepas qué más hacer con ellos, ¡aquí tienes una receta para inspirarte! Con estas frutas frescas, una rica crema y un glaseado de chocolate negro, este pastel será todo un éxito en tu mesa.
Vas a necesitar:
Para la base del pastel:
- 200 g de galletas de chocolate
- 80 g de mantequilla derretida
Para el relleno:
- 450 g de fresas frescas
- 4 huevos
- 100 g de azúcar
- 40 g de harina
- 500 ml de leche
- 4 hojas de gelatina ablandada
- 1 cucharada de aroma de vainilla
- 300 ml de crema (nata) batida
Para el glaseado:
- 100 g de chocolate negro picado
- 80 g de mantequilla derretida
- 100 g de crema (nata) cocida
Se hace así:
1. Primero tritura las galletas y mézclalas con una cucharada de mantequilla líquida. A continuación, coloca una tira ancha de plástico para alimentos o papel aluminio en la pared interior de un molde redondo para hornear, de 24 cm de diámetro. Luego vierte las migas en el fondo del molde y presiónalas firmemente con el dorso de la cuchara.
2. Ahora quita el tallo de las fresas lavadas y corta suficientes para poder forrar completamente el borde de la torta con ellas. Cubre la base del molde con las fresas enteras boca abajo.
3. Calienta la leche en una olla hasta que casi hierva. Bate los huevos, el azúcar y la harina con una batidora eléctrica en otra olla hasta que estén espumosos.
Coloca esta mezcla en la parrilla caliente de la estufa y agrégale la mitad de la leche caliente con un batidor manual. Añade el resto de la leche y deja que hierva, revuelve constantemente a fuego lento hasta que espese. Entonces apaga el fuego.
A continuación, agrega la gelatina remojada y el aroma de vainilla en la crema tibia. Luego pon la olla a enfriar.
4. Pon la crema un bol grande y añade con cuidado la crema batida (nata montada). A continuación, vierte la mezcla en el molde redondo y alisa la superficie. Luego mete el molde al refrigerador.
5. En un bol aparte vierte el chocolate picado y la mantequilla. Pon la crema a hervir y viértela sobre la mezcla. Espera hasta que el chocolate y la mantequilla queden líquidos y después revuelve todo con un batidor manual hasta obtener una salsa suave.
6. Vierte el glaseado de chocolate sobre la tarta y coloca el molde en un lugar fresco para que la capa superior cuaje bien. Antes de servir, retira el plástico o papel de aluminio y tachááán, ¡este sueño de fresa está listo!
La popularidad y versatilidad de las fresas son difícilmente superables. Sin embargo, esta receta es muy recomendable porque no solo combina la fruta con el chocolate de la forma habitual, sino que también incluye una deliciosa crema de vainilla. Y hay una cosa de la que no tienes que preocuparte: este pastel no se secará en absoluto.