Tiramisú de fresas: renovamos completamente el postre clásico

Italia siempre ha estado a la vanguardia en repostería: el tiramisú, la panna cotta, el zabaione, por nombrar solo algunos, son tan deliciosos que han dado lugar a muchas versiones. Si quieres darte una pausa de chocolate y café, y explorar nuevos sabores, te recomendamos este postre. Es al menos tan rico como el original, y quizás termine gustándote más que la receta clásica.

Vas a necesitar:

Para la crema de mascarpone:

  • 330 g de queso mascarpone
  • 200 ml de crema (nata)
  • Extracto de vainilla
  • 4 yemas de huevo
  • 110 g de azúcar

Para el jarabe de licor de naranja:

  • 120 ml de agua
  • 150 g de azúcar
  • 40 ml de licor de naranja

Y además:

  • Aproximadamente 150 g de galletas de soletilla
  • 200 g de fresas frescas en rebanadas
  • 120 g de fresas frescas enteras
  • Menta fresca

Manos a la obra:

  1. Mezcla el queso mascarpone con la crema y unas gotas de extracto de vainilla. Después calienta las yemas de huevo en baño maría y agrega el azúcar. Revuelve esta combinación con un batidor manual hasta que la textura esté espumosa. Luego intégrala a la mezcla de mascarpone.  
  2. Aparte, calienta el agua y el azúcar en una olla hasta que este se disuelva. Añade el licor de naranja y deja enfriar la mixtura. 
  3. Es hora de colocar las capas del tiramisú: sumerge brevemente las galletas de soletilla en la mezcla del licor y después ponlas en la base del molde. Por lo general, caben 8 unidades en total. Vierte y extiende media mezcla de mascarpone. Alisa la superficie con una espátula y luego cúbrela con las rebanadas de fresa. Coloca nuevamente una capa de galletas de soletilla y después otra de mascarpone. 
  4. Esta vez aprenderás algo nuevo: el tallado de frutas. El resto de las fresas están destinadas a convertirse en rosas. Haz cuatro pequeños cortes parciales (no hasta el fondo) en cada fresa, como se muestra en el vídeo. De esta forma se hacen los pétalos. En cada "esquina" se hace un corte más pequeño, y así sucesivamente, hasta llegar casi a la punta de la fresa. Por último, haz un corte circular en la punta y retira dos pequeñas esquinas. 
  5. Coloca de dos en dos las hojas de menta sobre la superficie, 2 pares en cada línea, a una distancia de aproximadamente 1,5 cm. Después pon la fresas encima.  

Un placer maravillosamente fresco, ¿verdad? Para los fanáticos de las fresas, esta es la gloria suprema. ¡Y las rosas del tiramisú conquistarán el corazón de los invitados! 

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