Publicado enPostres

¿El horno no sirve pero quieres pastel? Hora de un cheesecake de mango

Credit: MediaPartisans

Algunas cosas se ganan nuestro corazón de inmediato: los unicornios, el primer día de primavera, un masaje en los pies o un pastel de queso. Nuestro amor crece aun más si esas cosas que tanto amamos son comestibles. En lo que respecta al ‘cheesecake’ solo hay una desventaja: después de devorarlo nos sentimos como el lobo que se tragó a Caperucita Roja, ¡pero después de que rescataron a la niña y le rellenaron la barriga de piedras! Por esta razón, hoy te presentamos una alternativa un poco más ligera, con una fruta muy sabrosa.

Cheesecake de Mango

Plato Postres

Ingredientes
  

  • 7 galletas de coco
  • 60 g mantequilla derretida
  • 250 g queso crema
  • 250 g mango troceado
  • 200 ml nata (crema) batida
  • 230 ml zumo de mango
  • 100 g azúcar
  • 2 cucharadas zumo de limón
  • 26 g gelatina en polvo
  • Pistachos, trocitos de coco y semillas de chía para decorar

Elaboración paso a paso
 

  • Tritura las galletas de coco en un procesador de alimentos y agrega la mantequilla derretida. Distribuye la masa de galleta sobre la base de un molde presionándola un poco para que quede compacta y uniforme. Después ponla a enfriar 1 hora en el refrigerador.
  • Mezcla en la licuadora el queso crema, 250 g de mango, 200 g de nata batida, 70 ml de zumo de mango, 100 g de azúcar y el zumo de limón. Mézclalo todo y agrega 20 g de gelatina. Vuelve a mezclarlo hasta que quede todo bien integrado. Vierte esta mezcla sobre la base de galletas y refrigera 1 hora más.
  • En un recipiente aparte, revuelve con unas barillas 160 ml de zumo de mango, dos cucharadas de azúcar y 6 g de gelatina. Vacía este líquido sobre la superficie del cheesecake frío y mételo al refrigerador 1 hora.
  • Cubre la parte superior del pastel con 200 g de nata batida y reparte los trocitos de mango que sobraron. Por último, rocíale los pistachos, el coco y las semillas de chía por encima para decorar.

Video

Suave como una nube, esta delicia se desliza por el esófago hacia el estómago. Incluso se vale repetir porción, pero no exageres y te lo comas todo tú solo, de lo contrario, tendremos que añadir un lobo más al cuento de Caperucita.