Primero abre la baguette a lo largo y luego córtala transversalmente, según el tamaño deseado. Unta generosamente el queso crema en la parte inferior. Agrega una porción de rúcula, jamón, queso, pepino y, finalmente, las tiras de pimiento. Por último, ponle su respectiva tapa de pan.
Extiende la masa de hojaldre sobre la superficie de trabajo y úntale una capa de queso crema. A continuación, ponle encima la mezcla de espinacas y queso, y presiona con firmeza. Enrolla la masa a lo largo y corta el rollo en unos 16 trozos. Hornea los caracoles durante 25 minutos a 175 °C con la circulación de aire activada.
Aplica una capa de queso crema sobre una bandeja cuadrada, muy plana, que simulará la cancha de fútbol. Mezcla el perejil y la cebolleta, y rocía esta mezcla de manera uniforme sobre el queso crema hasta que quede completamente cubierto. Dibuja las líneas del campo de fútbol con la manga pastelera. Haz los jugadores con un bollito de pan y un tomate unidos con un palillo de dientes, y colócalos en el campo de juego. Construye las dos porterías con tres palitos de pan cada una.
Para construir el resto del estadio se necesitan revisteros de cartón para hacer primero las paredes. Coloca papel mantequilla alrededor de la cancha, deja el margen necesario para apoyar las pilas de sándwiches detrás de los revisteros. Para las gradas, rellena los revisteros con filas de distintos bocaditos. Usa los palillos de dientes para fijar los jugadores a la cancha, pinchos de madera para ensartar las banderas (pimientos) y papel para hacer las pantallas de los anuncios del estadio.