Fríe la pechuga de pollo ligeramente por ambos lados. Condiméntala bien con sal y pimienta, y deja que se dore en el agua con mantequilla, ramas de tomillo y romero.
Desmenuza la pechuga de pollo con la ayuda de dos tenedores.
Mezcla la pechuga de pollo con el tocino, la salsa barbecue y los tomates.
Hierve 8 placas de lasaña hasta que estén un poco blanditas y déjalas enfriar.
Derrite la mantequilla en una olla. Añade la harina y deja que forme un poco de espuma. Añade la leche y remueve, y deja hervir la crema. Para finalizar, añade el queso mozzarella y mezcla todo bien.
Echa un poco de la salsa de bechamel ya enfriada en el centro de una placa de lasaña blandita. Pon una segunda placa de lasaña de forma perpendicular encima de la otra y úntale también salsa bechamel. Añade dos cucharadas del relleno con pollo sobre la salsa de bechamel, y esparce queso mozzarella y cheddar por encima. Cierra las placas de lasaña sobre el relleno formando una especie de paquetito.
Coloca dos de estos paquetitos uno junto al otro en un molde de horno pequeño, úntales salsa bechamel y esparce queso cheddar y mozzarella por encima. Coloca los otros dos paquetitos encima, úntales también salsa bechamel y esparce los dos tipos de queso encima. Hornea todo durante 15 minutos a 180 °C con la circulación de aire activada.