Tuesta brevemente las avellanas en una sartén. Añádeles la crema (nata) y hierve todo brevemente. Añade el chocolate picado y mezcla todo bien. Deja la mezcla enfriar a unos 30 °C.
Enrolla un trozo de papel de hornear e introdúcelo dentro del rollo de cartón. Coloca otro trozo cuadrado de papel de hornear sobre una de las aberturas del rollo y fíjalo con una goma elástica.
Rellena el rollo de cartón con la ganache de avellanas y vuelve a cerrar el rollo de cartón con papel de horno y una goma elástica. Introduce el rollo relleno en el congelador durante al menos 2 horas.
Derrite la mantequilla, malvaviscos y cacao tapados al baño maría. Añade los Rice Krispies y mezcla todo bien.
Coloca la mezcla de Rice Krispies sobre papel de hornear y cúbrela con otro trozo de papel de hornear. Con ayuda de un rodillo de madera, extiende la mezcla hasta formar un rectángulo plano.
Saca el rollo de cartón del congelador y extrae la ganache de avellanas ya dura del rollo. Saca el papel de hornear y coloca el rollo sobre la mezcla de Rice Krispies.
Con ayuda del papel de hornear sobre el que están los Rice Krispies, enrolla estos y refrigera el rollo resultante hasta que quede duro.
Distribuye el helado de chocolate sobre un rectángulo de papel de hornear grande. Aplana el helado hasta que forme un rectángulo de helado de chocolate de grosor uniforme. Vuelve a congelar el helado.
Coloca el rollo de Rice Krispies con la ganache de avellanas sobre la mitad inferior del helado y vuelve a enrollar todo con ayuda del papel de hornear (de debajo del helado) hasta obtener un rollo grueso. Introduce todo (incluido el papel de hornear) en el congelador, lo mejor durante toda una noche.
Al día siguiente derrite chocolate negro picado y añádele avellanas picadas. Vierte sobre el rollo de Ferrero Rocher y ya está listo para degustar.