Pica hojas de laurel y copos de chile. Mézclalos con sal, azúcar, la ralladura y el jugo de medio limón en una batidora. Tritura hasta hacerlos puré. Extiende aproximadamente 2/3 de la mezcla de sal y azúcar en un pequeño molde para pasteles. Haz 6 huecos equidistantes en la mezcla con la otra mitad de limón.
Casca 6 huevos y separa claras de yemas. Echa una yema de huevo en cada uno de los huecos de la mezcla de sal y azúcar. Cubre las yemas con el tercio restante de la mezcla de sal y azúcar y deja todo reposar en un lugar cálido y seco durante 4 días. El resto de las claras de huevo refrigéralas cubiertas para usarlas más adelante para el empanado.
Pasados los 4 días, saca las yemas curadas de la mezcla. Lávalas brevemente en agua fría y luego introdúcelas en el horno durante 35 minutos a 65 °C con el calor superior e inferior activados.
Mientras tanto echa el arroz a una olla, cúbrelo con agua y déjalo reposar unos 30 minutos. Hierve el arroz brevemente, baja el fuego y apaga la olla por completo después de 5 minutos. Tapa el arroz y déjalo en remojo durante 15 minutos. A continuación, corta la mitad del pimiento en dados y la cebolleta en aros y fríelas brevemente con los guisantes y el arroz. Condimenta la mezcla con salsa de soja.
Deja enfriar brevemente las yemas de huevo. Ralla a continuación 3 de ellas. Saca las claras de huevo del refrigerador y revuélvelas bien. Prepara también un poco de harina. Corta las pechugas de pollo en diagonal por la mitad, sálalas y empánalas en harina, clara de huevo y yema de huevo rallada. Fríe las pechugas de pollo empanadas en abundante aceite por ambos lados hasta que queden doradas.
Coloca las pechugas de pollo con el arroz frito en un plato. Ralla el resto de las yemas de huevo y espárcelas sobre el arroz.