¿Conoces la sensación de cuando un plato es a la vez sencillo, refinado e increíblemente delicioso? ¡Pues aquí te espera una creación así! Esta tarta de zanahoria y ricotta combina zanahorias asadas, ricotta cremosa y el sabor fresco y especiado del tomillo y el limón. Perfecta para impresionar a tus invitados o para darte un capricho especial.
Tarta de zanahoria y ricotta: cremosa, especiada, crujiente y simplemente perfecta
Las zanahorias suelen pasarse por alto o subestimarse. Lo más frecuente es que se añadan a sopas y guisos, como palitos de verduras en platos de crudités o simplemente ralladas en ensaladas. ¡Pero la zanahoria puede hacer mucho más! Por eso hoy la ponemos en el centro de atención y horneamos con ella una tarta salada. ¿Tienes curiosidad? ¡Sigue leyendo!
Las zanahorias son pequeñas bombas de nutrientes; no solo proporcionan una buena dosis de betacaroteno, que el cuerpo convierte en vitamina A (sí, lo de los ojos es cierto); sino también vitamina C, vitamina K y potasio. Las zanahorias refuerzan el sistema inmunitario, fortalecen los huesos y los dientes y, además, son buenas para la piel. Y todo ello con solo 35 calorías por cada 100 g. Además, las zanahorias hacen feliz a nuestra digestión y combaten los radicales libres. Bastante impresionante para una raíz bastante discreta, ¿verdad?
Las zanahorias se vuelven especialmente deliciosas en el horno. El calor carameliza el azúcar natural y esto crea esa combinación incomparable de sabor dulce, ligeramente terroso y tostado. Además, siempre puedes variar esta tarta a tu gusto.

Tarta de zanahoria y ricotta
Utensilios
- 1 Molde para tarta (28 cm, se puede encontrar en línea)
Ingredientes
Para la masa:
- 250 g de harina
- 1 pizca de sal
- 125 g de mantequilla fría
- 1 huevo
- 2-3 cucharadas de agua fría
Para el relleno:
- 350 g de zanahorias
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Sal y pimienta al gusto
- 1/2 cucharadita de orégano
- 2 ramitas de tomillo fresco
- 1 limón ralladura
- 250 g de ricotta
- 1/2 cucharadita de nuez moscada rallada
- 50 g de piñones
- 1 cucharadita de miel opcional
- 50 g de feta opcional
Elaboración paso a paso
- Echa la harina y la pizca de sal en un bol. Agrega la mantequilla fría y amasa rápidamente con las manos hasta que la mezcla esté arenosa. Agrega el huevo y el agua fría y amasa rápidamente hasta obtener una masa suave. Forma una bola con la masa, envuélvela en film transparente y déjala reposar en el refrigerador por al menos 30 minutos.
- Mientras tanto, pela las zanahorias y córtalas en palitos o rodajas. Mézclalas con aceite de oliva, sal, pimienta y orégano. Extiende las zanahorias en una bandeja para hornear forrada con papel de hornear y tuéstalas en el horno precalentado a 200 °C (calor arriba/abajo) durante unos 15 minutos.
- Lava y seca las ramitas de tomillo. Retira las hojas. Lava la mitad del limón y ralla un poco de su cáscara.
- Mezcla la ricotta en un bol con las hojas de tomillo fresco, la ralladura de limón y la nuez moscada. Sazona la mezcla con sal y pimienta al gusto.
- Extiende la masa sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada y colócala en el molde. Presiona ligeramente la masa hacia arriba por el borde y pincha la base varias veces con un tenedor.
- Extiende la mezcla de ricotta uniformemente sobre la base de la tarta. Coloca las zanahorias asadas encima de forma decorativa. Luego, espolvorea los piñones por encima.
- Hornea la tarta en el horno precalentado a 180 °C (calor arriba/abajo) durante unos 35-40 minutos, hasta que la masa esté dorada.
- Retira la tarta del horno y rocíala con un poco de miel mientras aún está caliente y desmenuza un poco de feta por encima, si lo deseas.
- Déjala enfriar un poco antes de servir.
Este artículo se publicó originalmente en leckerschmecker.me y se ha traducido con ayuda de la IA. Nuestro equipo editorial lo ha revisado cuidadosamente antes de su publicación.