La ginger beer, o cerveza de jengibre, lleva un tiempo siendo tendencia en redes sociales. Esta popularidad no es de extrañar: la bebida es económica de preparar, increíblemente versátil y también buena para la digestión. ¿Te ha picado la curiosidad? Todo lo que necesitas son tres ingredientes para que se te abran las puertas a un mundo completamente nuevo. La palabra mágica es ginger bug y puedes prepararlo fácilmente en casa. En Riquísimo te contamos por qué las bebidas con este iniciador son tan saludables y cómo puedes hacer tu propio ginger bug.
Prepara tu propio ginger bug
¡El verano es época de jugos y refrescos! Lo malo es que muchos de ellos están repletos de ingredientes poco saludables: montones de colorantes, saborizantes y conservantes, como la cafeína. Además, suelen ser pegajosos, dañan los dientes e incluso pueden causar problemas estomacales. Al mismo tiempo, hay pocas cosas que refresquen más en los días calurosos que una bebida refrescante agridulce. ¿Qué pasa si te digo que no tienes que renunciar a ella y que aún puedes hacer algo bueno para tu salud? Aquí es donde entra en juego el ginger bug.
El ginger bug también recibe el nombre de «iniciador de jengibre» y se refiere a una mezcla de jengibre, azúcar y agua fermentada de forma silvestre que se utiliza para preparar bebidas carbonatadas, también llamadas «ginger beer». Espera, ¿fermentado de forma silvestre? ¿Qué significa eso?
La fermentación se refiere a la transformación de alimentos mediante microorganismos y levaduras. Si esto ocurre de forma «silvestre», en este contexto solo significa que no se añaden levaduras ni cultivos, sino que el proceso se lleva a cabo únicamente por bacterias y hongos naturales. El jengibre tiene muchas levaduras en la cáscara, el azúcar proporciona un buen nutriente para ello, y el agua proporciona un buen entorno. Por lo tanto, es todo lo que necesitas para preparar un ginger bug.
¿Por qué son tan saludables las bebidas probióticas?
Las bebidas preparadas con ginger bug son «probióticas», lo que significa que proporcionan a tu cuerpo bacterias saludables. La fermentación produce, por ejemplo, bacterias del ácido láctico, que favorecen la salud intestinal. La ginger beer también tiene una gran ventaja en sus ingredientes: el jengibre es una auténtica fuente de energía. Esta raíz tiene un efecto antiinflamatorio, alivia las molestias digestivas y las náuseas. Además, refuerza el sistema inmunitario. Un sorbo de ginger beer no solo tiene un sabor intenso y delicioso, sino que también te hace bien. Por cierto: como todas las bebidas que fermentas en casa con azúcar, el ginger beer puede contener pequeñas cantidades de alcohol. Normalmente, la proporción es de entre el 0,5 y el 2 por ciento. Si quieres evitarlo, debes probar tu cerveza con un medidor antes de degustarla.
Preparación de ginger bug: así funciona
Ahora ya sabes qué es un ginger bug y por qué es tan saludable para ti. Pero, ¿cómo se prepara uno en casa? En realidad, es muy sencillo y solo requiere un poco de paciencia.
Vas a necesitar jengibre orgánico con la cáscara. Que sea orgánico es importante en este caso, pues el jengibre no lo vas a lavar. La cáscara contiene las buenas levaduras que se necesitan para la fermentación. Si el jengibre está sucio, cepíllalo con cuidado. Ahora pica el jengibre; yo siempre utilizo un robot de cocina para ahorrarme estar picando eternamente. Ahora mezcla el jengibre con agua y un poco de azúcar, revuelve bien, tapa el frasco y colócalo en un lugar oscuro y no demasiado cálido. Durante los próximos cinco a siete días tendrás que alimentarlo a diario, es decir, añadirle jengibre y azúcar.
Una vez pasado este tiempo, deberían formarse pequeñas burbujas y la mezcla debería oler fresca y ligeramente a levadura. Ahora viene el siguiente paso: mezcla tu ginger bug casero con jugo de fruta, agua de jengibre endulzada o incluso té; no hay límites para tu creatividad. Vierte la mezcla en una botella resistente a la presión, por ejemplo, una botella con tapón abatible, y deja que fermente durante otros dos o tres días. Ventila la botella a diario abriéndola con cuidado, pues la mezcla puede ser algo «explosiva». Cuando la bebida burbujee y no tenga un sabor demasiado dulce, pero tampoco demasiado ácido, estará lista.
Las bebidas caseras con ginger bug contienen azúcar, pero mucha menos que las limonadas compradas. Al mismo tiempo, te haces bien con cada sorbo. Entonces, ¿a qué esperas? ¡Empieza ya!
Fermentar es divertido y saludable. ¡Esperamos que te haya gustado!

Cómo hacer un ginger bug
Utensilios
- 1 Recipiente de fermentación
Ingredientes
Para el ginger bug:
- 180 g de jengibre con cáscara picado
- 200 ml de agua
- 180 g de azúcar
Para la limonada:
- 500 ml de jugo de fruta, agua de jengibre azucarada o similar
- 3 cucharadas de ginger bug incluyendo trozos de jengibre
Elaboración paso a paso
- Pica el jengibre con cáscara muy finamente.
- Vierte el agua en un frasco esterilizado y agrega 2 cucharaditas de azúcar. Añade 2 cucharaditas de jengibre. Coloca el jengibre restante en un frasco esterilizado y guárdalo en el refrigerador.
- Cubre el frasco con un paño transpirable y una goma elástica y colócalo en un lugar oscuro durante 5-7 días. Agrega 2 cucharaditas de jengibre y 2 cucharaditas de azúcar diariamente y revuelve.
- Después de 5-7 días, el iniciador debería formar burbujas y tener un olor agradablemente ácido.
- Mezcla 500 ml de zumo u otro líquido azucarado con 3 cucharadas de tu ginger bug, incluyendo los trozos de jengibre.
- Vierte la mezcla en un recipiente limpio y déjala fermentar cerrada durante 2-3 días. Se formará dióxido de carbono, así que libera el gas del frasco diariamente.
- Sirve el ginger beer bien frío.