El pollo a la parmesana es un clásico de la cocina estadounidense, que hasta ahora es bastante desconocido en muchos otros países. Sin embargo, es totalmente injusto, porque este plato es realmente delicioso. Consiste en pechuga de pollo empanada, que se cocina en el horno con salsa de tomate y mucho queso. ¿Qué puede no gustar?
Receta de pollo a la parmesana
El pollo a la parmesana, a veces también llamado pollo parmigiana, tiene sus raíces en los Estados Unidos. Más concretamente, en los inmigrantes italianos del siglo XX. Desde entonces, es un pilar de la cocina italoamericana y se vende en restaurantes y se cocina en casa. Clásicamente, se sirve sobre pasta de todo tipo. En Riquísimo nos gusta especialmente con espaguetis.
La preparación del pollo a la parmesana no es difícil, pero el resultado es muy satisfactorio. Empanizas la pechuga de pollo y la fríes hasta que esté crujiente. Luego la metes en el horno cubierta con una salsa de tomate aromática y queso. El truco de este paso es utilizar la cantidad correcta de salsa para que el empanado no pierda su textura crujiente, pero se obtenga un resultado bien cremoso. Por supuesto, puedes ajustar la cantidad de salsa a tu gusto.
La salsa de tomate para nuestro pollo a la parmesana no tiene florituras. Puedes comprar una ya hecha o hacerla casera. Con ella cubres el pollo empanado, encima le pones abundante mozzarella y parmesano y ¡al horno! Mientras tanto, puedes cocinar la pasta y prepararte para una deliciosa cena.

Pollo a la parmesana
Ingredientes
- 4 filetes de pechuga de pollo
- Sal y pimienta
- 2 cucharadas de harina
- 2 huevos grandes
- 250 g de pan rallado panko
- 200 g de queso parmesano rallado
- Aceite para freír
- 250 ml de salsa de tomate
- 80 g de queso mozzarella
- 400 g de pasta
- Albahaca fresca al gusto
Elaboración paso a paso
- Precalienta el horno a 230 °C con calor arriba/abajo.
- Coloca los filetes de pechuga de pollo entre dos capas de film transparente y golpéalos con un mazo para carne o con la base de una olla hasta que queden planos.
- Sazona la carne con sal y pimienta y rebózala generosamente en harina.
- Bate los huevos y mézclalos bien. Mezcla el pan rallado y 100 g de parmesano en un tazón.
- Pasa el pollo primero por el huevo y luego por el pan rallado.
- Calienta aproximadamente 1 cm de aceite en una sartén grande y fríe las pechugas de pollo hasta que estén doradas por ambos lados. Déjalas escurrir sobre papel de cocina.
- Coloca las pechugas de pollo en una fuente para horno y cubre cada una con 2 cucharadas de salsa de tomate. Desmenuza el mozzarella y distribúyelo uniformemente sobre la salsa, luego el parmesano restante.
- Hornea el pollo durante 15-20 minutos, hasta que no esté rosado en el centro. Mientras tanto, puedes cocinar la pasta. Sirve el pollo con pasta y un poco de albahaca fresca por encima. Espolvorea el plato con un poco más de queso si lo deseas.
Este artículo se publicó originalmente en leckerschmecker.me y se ha traducido con ayuda de la IA. Nuestro equipo editorial lo ha revisado cuidadosamente antes de su publicación.