Tips para cocinar el arroz perfecto

Apostamos a que tú también preparas arroz muy a menudo, pero ¿realmente te queda siempre a la perfección? En realidad no. A veces simplemente queda duro. Si añades muy poca agua, se quema, y si añades demasiada, queda muy blando y empapado. Solo unos pocos mililitros pueden hacer una gran diferencia. ¡Pero no te preocupes! Te mostraremos cómo obtener siempre un perfecto y esponjoso arroz.

Para lograr el arroz perfecto necesitas:

  • Una olla con un fondo grueso. Si el fondo es demasiado delgado, el arroz se quemará, porque el calor no se distribuye de manera uniforme.
  • Una taza para medir la cantidad correcta de agua y arroz.
  • Cuchara y tenedor.
  • Sal y pimienta (o especias de tu elección).
  • Y por supuesto, el arroz.

La única pregunta que queda es qué arroz usar. Las variedades pueden dividirse en 3 grupos que cubren casi todos los platos:

Arroz blanco largo (arroz de grano largo)

  • Es el arroz típico de muchos platos indios, pero también es muy adecuado como guarnición o en ensaladas.

Arroz blanco corto (arroz de grano corto) 

  • Es particularmente adecuado para el sushi, la paella, el risotto y postres. Este tipo de arroz es más bien corto, casi redondo y absorbe más agua.

Arroz integral

  • Se diferencia del arroz blanco en que la piel marrón y la germinación están todavía presentes. Por lo tanto, contiene más fibra, hierro y vitamina B, pero tarda mucho más tiempo en cocerse.

Relación agua/arroz

  • Para el arroz de grano largo, se necesita una taza y media de agua por una taza de arroz. Para el arroz de grano corto, necesitas una taza y cuarto de agua por cada taza de arroz. Y para el arroz integral, una taza y tres cuartos de agua por una taza de arroz.

Una vez que las cuestiones básicas están claras, podemos empezar. Te mostraremos paso a paso cómo preparar el arroz perfecto:

1. En primer lugar, debes lavar el arroz con agua fría. ¿Por qué? Para eliminar el exceso de almidón. Puedes usar un colador o, si no tienes uno, simplemente pon el agua y el arroz en una olla y escurre con cuidado el agua de nuevo. Repite esto hasta que el agua esté clara.

2. Ha llegado el momento: ya puedes cocinar el arroz. Pero debes sazonarlo primero. Es más fácil hacer esto ahora, en lugar de esperar a que se sirva. En el vídeo, solo añadimos una pizca de sal y pimienta, pero se puede sazonar al gusto. Por supuesto, siempre debes recordar que el arroz, al igual que los fideos, no sabe casi a nada sin sal. La cantidad que añadas es cuestión de gusto, pero te recomendamos que sea poca sal. 
Si tu arroz suele ser bastante aburrido y soso, puedes añadir un poco más para mejorar el sabor. Podrías reemplazar el agua por caldo de pollo, carne o verduras, por ejemplo. O podrías tostar ligeramente el arroz en la olla antes de añadir agua o caldo. Esto le da un sabor a nuez.

3. A continuación hay que cocer el arroz. Usa la taza para determinar la cantidad correcta de agua que necesitas para el arroz. Pon el agua en la olla con el arroz condimentado y espera a que a hierva. Tan pronto como alcance la ebullición, revuelve brevemente el arroz con una cuchara, reduce la temperatura de la estufa al mínimo posible y coloca la tapa en la olla. En caso de que te preguntes por qué la temperatura alta no es adecuada, la respuesta es que en este caso el agua se evaporaría demasiado rápido y el arroz se mantendría duro. Solo a fuego lento el arroz quedará en su punto.

Dependiendo de la variedad que elijas, el tiempo de cocción varía, por supuesto. Este punto es crucial para lograr un resultado perfecto. Si eres demasiado impaciente y no le das suficiente tiempo, el arroz quedará duro, si lo dejas hervir demasiado tiempo, se volverá blando y pegajoso:

  • El arroz de grano largo necesita aproximadamente 18 minutos.
  • El arroz de grano corto necesita solo 15 minutos.
  • El arroz integral necesita mucho más tiempo, unos 45 minutos.

Durante el tiempo de espera no debes levantar la tapa, ya que el arroz se cocina al vapor. Si la quitas, la relación agua-arroz ya no es correcta. Mientras que el arroz tenga agua suficiente, no debes levantar la tapa. Recuerda mantener la estufa en la posición más baja. El vapor debe hacer la cocción, no el calor.

¡Tampoco debes revolverlo! Ese es el error que mucha gente comete. Si revuelves el arroz en la olla, liberará el almidón y destruirá la cáscara del arroz. El arroz se volverá demasiado blando. Así que déjalo hervir a fuego lento.

Aprovecha el tiempo para ordenar la cocina o leer un buen libro y espera pacientemente los minutos necesarios para que el arroz esté perfecto. Mientras la proporción sea correcta, puedes estar seguro de que el resultado final será todo un éxito.

4. Retira el arroz de la estufa tan pronto como se acabe el tiempo. Mucha gente comete el error de servir el arroz inmediatamente después. Esto es tentador, pero espera un poco más, ¡el arroz está casi listo!

5. Para asegurarnos de que el arroz quede en su punto, déjalo reposar un rato sin que reciba calor. Si lo dejas 5 o 10 minutos de esta forma, el vapor y el calor acumulado harán que el arroz salga especialmente bueno. El calor se distribuirá uniformemente por toda la olla. Esto asegura que el arroz se cocine de manera uniforme.

6. Pasado este tiempo, puedes quitar la tapa. El volumen de arroz debería haberse casi duplicado debido a la absorción del agua.

7. Revuelve el arroz con un tenedor antes de servirlo para que los granos se separen y todo quede bien ventilado. Esto también distribuye la humedad restante y asegura que el arroz de la parte superior no quede demasiado seco y el inferior, demasiado húmedo. ¡Listo!

Si el arroz es el plato principal, puedes añadirle cacahuates, cebollino, perejil, o lo que quieras.

Con estos consejos profesionales, te garantizamos que sorprenderás a tus amigos con el arroz más delicioso que jamás hayan probado.

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