Corta el pollo en trozos pequeños y mézclalo con el bicarbonato de sodio. Déjalo reposar durante 20 minutos. Luego lávalo bien y sécalo.
Mezcla todos los ingredientes para la salsa. Agrega 1 cucharada al pollo y reserva, mientras preparas el resto, y mezcla 80 ml de agua con el resto de la salsa.
Corta el pimiento en trozos pequeños. Pela los dientes de ajo y el jengibre. Corta ambos y el chile muy finos. Corta el cebollín en trozos de unos 2 cm.
Calienta el aceite en un wok o en una sartén grande. Cuando esté caliente, agrega el ajo, el jengibre y el chile, y fríe todo durante unos 30 segundos. Luego agrega el pollo y las partes blancas de los cebollines y fríe ambos durante unos 2 minutos, hasta que el pollo esté cocido. Luego fríe el pimiento.
Agrega la salsa y la pimienta de sichuán al wok y cocina, revolviendo, hasta que tenga una consistencia similar a la del jarabe.
Finalmente, mezcla la parte verde de las cebollas y los cacahuetes.
Notas
Sirve el Pollo Kung Pao con semillas de sésamo y cebollino picado.