Lava los calabacines, córtalos en cuartos a lo largo y luego en cubos finos.
Pela el ajo y córtalo también en cubos.
Tuesta las almendras fileteadas con las semillas de calabaza en una sartén. Sácalas y tritúralas con aceite hasta obtener una masa cremosa.
Agrega un poco de aceite a la sartén caliente y sofríe el ajo y el calabacín. Agrega ambos a la masa de nueces y vuelve a triturar todo.
Ahora agrega el parmesano y arranca algunas hojas de albahaca, que también se agregarán al pesto. Tritura de nuevo.
Sazona el pesto de calabacín con sal y pimienta al gusto.
Notas
Si quieres conservar el pesto, viértelo en frascos o recipientes de plástico limpios y cúbrelo con una capa de aceite de oliva. Así se conserva hasta un mes en el refrigerador.