Postre de chocolate crujiente con crema de vainilla y fresas
Dos tenedores entrelazados en un recipiente con agua: lo que parece extraño al principio es en realidad un paso importante en la preparación de un irresistible postre de chocolate. Puedes crear fácilmente un recipiente de chocolate crujiente relleno de una suave crema de vainilla, un delicioso pastel de chocolate y fresas aromáticas que hará realidad el sueño de probar un postre celestial.
Porciones: 6-8
Tiempo de preparación: 40 min
Tiempo de cocción: 30 min
Tiempo total: 70 min
Tiempo de enfriamiento: 1 día y 4 horas
Grado de dificultad: alto
Ingredientes:
- 1 kg de chocolate negro
- 300 g de pastel de chocolate ya preparado
- 250 g de fresas
- 1 l de agua
- 100 g de chocolate blanco
- Bayas y menta fresca para decorar
- Helado de fresa para acompañar
Para la crema de vainilla:
- 350 g de pudding de vainilla
- 200 g de crema batida (en España, nata montada)
- 3 hojas de gelatina
Preparación:
1. Entrelaza dos tenedores, colócalos en un recipiente de plástico y vierte encima 1 litro de agua. Mételo todo en el congelador durante 24 horas.
2. Para la crema de vainilla, primero hay que remojar la gelatina en agua y calentarla. A continuación, mézclala poco a poco con el pudding de vainilla y, por último, incorpora la crema.
3. Corta el pastel de chocolate en rebanadas.
4. Corta 3-4 fresas en rodajas y deja el resto enteras.
5. Derrite el chocolate negro en baño maría. A continuación, viértelo en un recipiente un poco más grande que el del agua.
6. Saca el recipiente con agua que metiste al congelador y retira el bloque de hielo con los tenedores. A continuación, sumerge el bloque de hielo en el chocolate negro derretido, teniendo cuidado de sumergir el bloque en el chocolate solo hasta los bordes.
7. Saca lentamente el bloque de hielo del chocolate, dale la vuelta y colócalo sobre un molde para pasteles, por ejemplo.
8. Espera a que el helado empiece a derretirse y el chocolate se haya cuajado. A continuación, retira con cuidado el chocolate del hielo.
9. Rellena el recipiente de chocolate con un poco de crema de vainilla. Después entierra las fresas enteras parcialmente en la crema.
10. Cubre las fresas con un poco de crema de vainilla y luego añade el pastel de chocolate.
11. Unta el pastel con crema de vainilla y cúbrela con rodajas de fresa.
12. Cubre las rodajas de fresa con la crema de vainilla y vuelve a cubrir con trozos de pastel. Después mete al refrigerador el postre de chocolate relleno durante 4 horas.
13. Derrite el chocolate blanco en baño maría. Saca el postre de chocolate del refrigerador, dale la vuelta y adórnalo con chocolate blanco derretido, bayas frescas y menta.
Sirve el postre de chocolate crujiente en rebanadas para revelar las deliciosas capas del pastel de chocolate, las fresas y la crema de vainilla. El mejor acompañamiento es una bola de helado de fresa. ¡Buen provecho!